viernes, 22 de agosto de 2014

Campo 3 - Cumbre - Campo 3

Hola amigos,

Nos levantamos a las 03:00h. Creedme si os digo que hace un frío horrible. Dentro de la minúscula tienda nos apañamos como podemos. Tenemos también dentro las mochilas y las botas (-por indicación expresa del Guía-). El techo de la tienda y los laterales cubiertos de escarcha. En fin, lo propio a 6300 metros de altura.

Sobre las 04:00h. partimos a la cumbre del Lenin. Iniciamos un descenso muy pronunciado, para encarar la pared de infarto (como casi todas las que hay por aquí..,) que nos conducirá al Campo4.

Llegamos a este Campo, situado a 6400 metros, a las 07:20h. Si las cuentas las hago bien, hemos tardado 3 horas y 20 minutos en ascender apenas 200 metros. Tras un breve descanso para hidratar y comer algo, proseguimos nuestro camino.

A medida que avanzamos el cansancio va haciendo mella en mí, y seguro que también en mi Guía. Empiezo a ser muy consciente de que mi falta de peso puede ser determinante. Son muchas horas de esfuerzo continuado las realizadas, y muchas aún las que nos quedan por delante.

Trato, una y otra vez, de poner mi  pensamiento en otro lugar, en una realidad distinta a la que estoy viviendo. Pero no hay manera, en mí cabeza se suceden pensamientos positivos y negativos sobre lo que tengo ante mí, de forma incesante.

Céntrate!... me digo...
Piensa solo en esos dos metros que hay a tu alrededor
Solo 2 metros. 10 pasos.
La respiración. Controla la respiración.
Uno, dos, tres,... nueve y diez
Dos metros, dos.

Apoyo mi cuerpo sobre los bastones.
Céntrate!... me digo...
Solo 2 metros. 10 pasos.
Controla la frecuencia cardíaca. Controla la respiración.
Uno, dos, tres,... nueve y diez
Dos metros, dos.

Miro al suelo. El cansancio hace que mi cabeza y mis botas tiendan a juntarse. ¿Botas?, Dios mío!, pero qué pedazo botas tengo!... Estoy arrastrando 5 kilos. Menos mal que el resto del cuerpo está acorde, pienso... Pero,- ¿que haces? ¿chistecitos?

Apoyo de nuevo mí cuerpo sobre los bastones.
No lo conseguiré. Si lo conseguirás.
Me falta aire.
Céntrate!... me digo...
Solo 2 metros. 10 pasos.
La respiración. Controla la respiración
Dos metros, dos.

Dios!, otra rampa.
No podré subir. No podré.
¿Rampa? ¿Qué rampa?
Si podrás. Piensa. No es una rampa.
Son solo pasos. Solo pasos. 10 pasos.
Dos metros, dos.

Después de muchas horas de esfuerzo y casi de repente, nos encontramos en la parte trasera del Lenin, debiendo abordar su cima desde esta posición. Es en este momento cuando Gleb me dice que no conseguiremos subir a la cumbre.

¡No summit Jon!...¡No summit!

Me enseña la hora en el terminal de radio y me hace ver que son las 13,36h, que es tarde, y que debemos regresar. Subir a la cima requeriría aún de entre 1 y 2 horas. No le hago caso y continúo..., pero Gleb insiste:

¡It's danger Jon! It's danger!
We returned to Camp 3!
It's too late!

Sin llegar a romper la barrera de los 7000 metros de altura decido hacerle caso y damos la media vuelta. Al principio, tengo una sensación de rabia que me consume, a pesar de ser consciente de que físicamente estoy muy débil. Poco a poco esa rabia se va diluyendo a medida que regresamos.

Llegado a este punto, quizá os preguntéis que hacen un Ruso y un Vasco llorando sin alcanzar la cima del Lenin. Yo os lo diré tíos: Lloran porqué no tienen una botella de txakoli  "Uno 2013", especialmente uno de ellos... :-). José Cruz, esta frase te va costar un año entero de txakoli gratis... ¡Marica!

Tenemos ante nosotros toda la Cordillera del Pamir. Bellísima. Hacemos las fotografías de rigor, que retendrán nuestro paso por ésta montaña.


A medida que avanzamos hacia el Campo3, empiezo a ver las palabras de Gleb hechas realidad en toda su extensión. De haber continuado podríamos haber estado expuestos a una situación muy crítica. Nuestra llegada al Campo3, nevando intensamente, con un cansancio tremendo acumulado es la "foto finish" de ésta jornada. Spasibo Gleb! por tu sabio consejo y sensatez, que ha permitido que el día terminara felizmente.
Laetitia e Yves Gauthier, que sepáis que aunque no haya logrado subir  Lenin, estáis aquí arriba conmigo, disfrutando de la maravillosa cordillera del Pamir, ocupando un espacio ganado por derecho propio, con vuestro esfuerzo y cariño. Un abrazo amigos.

Fidel Garai, amigo mío, tampoco me olvido de ti. En esta ocasión no he logrado cumplir mi objetivo, pero eso tú sabes muy bien que tiene una importancia relativa. He luchado mucho para llegar hasta aquí, tanto física como psicológicamente, pero qué te voy a decir a ti... Tú tienes una montaña mucho más difícil de escalar y luchas todos los días por llegar a su cima, sabiendo que nunca lo conseguirás, siendo por ello tú mérito infinito. Es tú montaña más difícil. Todos tenemos nuestra montaña más difícil (...algunos más de una...). Esa que no podemos escalar, bien sea porque queremos y no podemos, bien porque queremos y no nos dejan, o bien, porque estamos obligados a ello, y tampoco podemos, y que, en cualquier caso, condiciona irremediablemente nuestra vida. Desde aquí te mando un abrazo y mis mejores deseos para el futuro.

Juanito Oiarzabal, estando aquí arriba valoro aún más si cabe tú figura, que para mí es gigantesca. No puedo ni siquiera imaginar el sacrifico y el esfuerzo que hay detrás de tu trayectoria como alpinista. Deberían de hacerte una estatua del tamaño de las que le hacían a Lenin, pero de oro macizo. Maestro y amigo. Un abrazo también para ti.

Con todo, este ha sido un día grande para mí. No he conseguido la cumbre del Lenin, que anhelaba, pero he conseguido mi mejor cima:  Sobrevivir. Estar vivo y poder contarlo.

Desde nuestra llegada al Campo3 apenas nada que decir. Un poco de nieve hervida para tomar un té y a descansar todo lo posible.

Bihar arte

Un abrazo

No hay comentarios:

Publicar un comentario