miércoles, 13 de agosto de 2014

Campo 2 a Campo Base

Hola amigos,

He pasado la noche casi en blanco, en parte por mi salud, y en parte también, porque la tienda es pequeña para dos personas y cualquier movimiento te despierta, pero esto es así...

Hervimos nieve para preparar té, desayunamos un poco -yo casi nada- y comenzamos a embalar todo el equipaje. Tenemos que bajar parte del equipo de Denis que quedo aquí, por lo que las mochilas pesaban lo suyo.

Nos ha costado un montón de tiempo quitar la tienda, ya que unos de los laterales se ha helado y ha sido necesario golpear toda la zona con el martillo del piolet hasta liberarla.

Masha (María), amiga de Dima, nos acompaña hasta las afueras del campamento, hasta que debemos de cruzar el primer río. Hace una foto desde la otra orilla y nos despedimos. Por cierto, Dima no es Kazajo, como adelanté en el Prologo del blog, sino Ruso, de un pueblo casi pegando con el norte de Mongolia.

Bajando de C2 a C1 un buen susto. Laetitia ha caído en una grieta. Lógicamente bajaba encordada, e Yves la tenia asegurada. En un momento hemos llegado Dima y yo. Había otros dos montañeros. Se la ha podido sacar sin mayores problemas. Gracias a Dios no ha pasado nada. Laetitia no ha tenido lesión alguna. En esta zona hay numerosas grietas y aunque se tomen todas las precauciones, le puede ocurrir a cualquiera de los que por ahí pasamos.

Sorpresa! Pasada la zona de grietas y casi llegando al Campo1, me vuelvo a encontrar con Tpywkob que subía al Campo2. Nuevo apretón de manos. Me da en el corazón que nos volveremos a encontrar.

Al llegar al Campo2 nos encontramos con Denis, que nos está esperando para ir con nosotros al Campo Base, y de allí, a su casa en Moscú.

Lo primero que hacemos al llegar es bebernos dos litros de Coca-Cola entre los tres. Una gozada, sentados al sol frente al Lenin, quitándonos el cansancio acumulado. Las bebidas son caras, pero el dinero está para gastarlo, máxime en estas situaciones en las que una simple botella de agua o de Coca-Cola, son casi tu máxima aspiración en la vida.

En este Campo dejamos todo el material que vamos a necesitar a partir del próximo día 14, en el que regresaremos nuevamente.

Comemos aquí... ¡Comida normal y caliente! Yo me recupero enseguida con comida digamos normal, bien cocinada.

Sobre las 15,30 nos ponemos en marcha hacia el Campo Base. Ya os comente el día 8, que a mí personalmente, me parece que este trayecto tiene muchos tramos peligrosísimos, con escarpadas laderas, muy elevadas, con senderos mínimos por los que debes transitar, todo ello sobre piedra suelta. Resbalar aquí y caer por una de esas laderas de 300 o 400 metros es muerte segura.

Lo sorprendente es ver como las mulas y caballos con sus jinetes transitan por estos senderos de infarto. Definitivamente el ser humano se adapta a todo. Viéndoles no puedes menos que admirarles, como llevan esa vida de dureza, y encima, con alegría en sus rostros.

Hoy los jinetes Kirguizios estaban también puntualmente para cruzar el rio. ¿Os acordáis? El dia 8 nos cobraron 1 dólar a cada uno. Hoy nos pedían 5$USD. Yves y Laetitia han pagado esa cantidad. Denis ha pagado también, pero en moneda Kirguisia. Yo les he regateado..,  quejándome de que solo hace cuatro días nos cobraron 1 dólar. Mientras mis compañeros iban cruzando el río, yo negocio el precio en un regate entre sonrisas, que finalmente hemos cerrado en ¡dos dólares!, y en moneda Kirguizia. El jinete que me ha cruzado es un niño, de apenas 10 u 11 años. Muy majo y sonriente. Por cierto he montado a la grupa del caballo sin usar estribo, con mi mochila y todo... Me han enseñado a hacerlo y es genial.

Ya en el Campo Base, nos asignan una tienda de campaña y recogemos las pertenencias que dejamos guardadas el pasado día 8. Comparto la misma con Denis, en el que será su ultimo día con nosotros.

Participamos de la cena con una expedición de Brasil, que por lo que deducimos, ha conseguido hacer cumbre.

Y ahora a dormir profundamente para recuperar fondo físico.

Hace frío y viento...

Un abrazo

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