domingo, 17 de agosto de 2014

Estancia en Campo 1

Hola amigos,

La noche ha sido muy fría y ha estado nevando. Ésta se amontona delante de nuestras tiendas.

Me levanto a las 10h. No se oye absolutamente nada. El silencio es total y de color blanco. Todo en calma... He vivido esta situación otras veces, pero no deja de ser una sensación extraña y hasta cierto punto inquietante. Permanezco un rato de pie, frente al Lenin, como tratando de escudriñar si sigue ahí, oculto, detrás de la densa bruma.

Dios mio!, tengo un aspecto deplorable. Barba como un clérigo suní. Sin duchar desde hace semanas. Uñas rotas, en manos de carbonero. Lesiones en los pies. El tobillo izquierdo vendado con cinta americana. Las uñas del pie izquierdo sin curar. Ampollas en el talón del pie derecho, en proceso de curación, tapadas igualmente con cinta americana. Sangro por la nariz, porque tengo infección en el interior, quizá por el frío o por la suciedad en la que estamos inmersos, o quizá por ambas cosas a la vez. Trato su curación poniendo "betadine" en las fosas nasales... De todos modos, esto no es una queja, es una descripción. Estas cosas son así y entran dentro de lo que hay que asumir cuándo vienes a lugares como este. Forman parte del guión...

Sobre las 10,30h, veo una expedición que retorna, después de haber intentado subir a C2. No han podido pasar la barrera de seracs y grietas.

Desayuno una estupenda tortilla francesa con tomate crudo en su interior y unas tazas de café, mientras Laetitia e Yves siguen descansando...

Físicamente me encuentro bien, pero tengo poco peso. Estoy todo el día pensando que esto será un problema. Eso sí, procuro controlar en todo momento la temperatura del cuerpo, ya que hay mucha humedad y frío, y esto me puede conducir a un edema pulmonar u otro tipo de complicación.


Todas las opciones que estamos barajando dan como resultado la imposibilidad de hacer cima, o qué, aún existiendo alguna oportunidad, su complejidad y riesgo serían muy elevados. Le he comentado a Dima la posibilidad de usar mis días de vacaciones en Uzbekistán (del 23 al 27), para usarlos como complemento en el ascenso al Lenin, a la espera de que mejore el tiempo, pero me dice que no es posible. El día 21, hemos de estar obligatoriamente en el Campo Base.

Nuestro Guía nos confirma que en el Campo3 hay nieve hasta la cintura. Yo sigo alimentándome como si iríamos a salir ahora mismo para arriba. Incluso tengo todo el material preparado, a pesar de que todos los datos me dicen que no es posible siquiera avanzar, y menos aún hacer cima..., pero no me doy por vencido. Estoy como un león enjaulado, buscando una salida. Me resisto a admitir que la climatología me haya derrotado.

En mí misma situación hay otras 10 o 12 personas. Sin poder subir. Pero también pienso en los que están arriba, sin poder bajar. En estos momentos, su realidad es mucho más compleja que la nuestra. Con la comida justa, sin ninguna comodidad y en unas condiciones climatológicas muy duras.

Son las 13:45h, estamos un grupo de personas sentados frente a las Yourtas, cuando vemos una gran avalancha a la derecha de la ruta al Campo2. Solo el ruido que produce ya impresiona, por no decir otra palabra.

Bueeeno, un rato agradable: La comida. Lentejas guisadas (-de color naranja, creo que las cultivan en Turquía o Irán-) con verduras y carne de pollo. Ensalada ¿de berza? con mahonesa y albóndigas con espaguetis.

Paso toda la tarde en la tienda, pensando, dándole vueltas a las cosas. A las de aquí y a las de allí... El tiempo pasa lentamente. La música me ayuda a sobrellevar la espera y a mantener una cierta calma interior. Sigue nevando! El día está cayendo y las temperaturas con él. Se oyen nuevas avalanchas.

El pronostico del tiempo, para tres días vista, esta expuesto en una pequeña pizarra blanca, en el interior de la Yourta. Ahí estábamos Laetitia, Yves y yo, esperando para cenar, junto a una docena de rusos contando historias y riéndose entre ellos, sin que ninguno de nosotros nos enteráramos de nada. A mí me gusta mirarles mientras hablan. Son muy alegres y parlanchines. De repente se hace un silencio total en el interior de la Yourta. Fuera se oía a alguien hablando en ruso por radio. Todos, incluidos nosotros, sabíamos que estaban transmitiendo el parte meteorológico. Al cabo de unos segundos entra Nicolai en la Yourta con su libreta, para dar traslado a la pequeña pizarra de los datos recibidos por radio. Todos los días igual y a la misma hora, aproximadamente. Es como una ceremonia... Me gusta.

Después de actualizar los datos en la pizarra, Dima y Nicolai me informan de que mañana seguirá nevando y que me debo quedar en el Campo1 (sic)

Esto solo me deja una mínima y última oportunidad, siempre que se den las condiciones para salir el día 18. En caso contrario, me iría a casa. El plan consistiría:

- Día 18: Campo1 a Campo3. 1700 m de desnivel y unas 14 horas continuadas de escalada.

- Día 19: Campo3 a cumbre Pico Lenin y regreso a Campo3. Entre 12 y 14 horas continuadas de escalada.

- Día 20: Campo3 a Campo1, lugar donde estamos ahora. Alrededor de 8 horas continuadas.

Esto es una locura total. A estos parámetros, habría que añadir la elevada altura de la nieve acumulada y no compactada a partir de C2, especialmente en C3 y en el trayecto desde este punto a la cumbre.

No creo estar preparado ni tener las condiciones físicas necesarias para abordar este plan, con unas mínimas garantías de éxito y de seguridad. Es más, no le veo yo a Dima convencido de su plan, ni siquiera de de sus propias posibilidades. En fin, tengo -tenemos tanto él como yo- todo el día de mañana para darle vueltas a esta idea. Muy a mi pesar, creo que debo ir asimilando que me voy a ir a mi casa sin tener la oportunidad de alcanzar la cima del Pico Lenin.

Yves y Laetitia me proponen intentarlo de nuevo, los tres juntos, el próximo año. (La propuesta en sí misma lo dice todo, sobre lo bien que nos hemos llevado estas semanas. Gracias amigos.!) Si finalmente no tengo la oportunidad este año, me encantaría, pero soy consciente de la dificultad  de volver a intentarlo, por los imperativos y condicionantes de la vida misma..., pero todo se hablará  :-)

Mañana se van Laetitia e Yves, después del desayuno. Yves está mejor de la operación de su dedo del pie y en condiciones de ir caminando -poco a poco- hasta el Campo Base, para desde aquí ir a Osh. Les acompañará Dima, y luego éste, regresará al Campo1

Bueeeno, toca dormir un poco. Sigue nevando...

Bihar arte

Un abrazo

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